Mercurio retrógrado suele hacer notar su presencia en la energía del ambiente, logrando cambios profundos y muy fuertes en el temperamento de las personas, por lo general, inclina la balanza a la irritabilidad y el estrés desmedido.

Según informó la revista Vogue, este 23 de diciembre, Mercurio retrógrado entrará sobre el saliente Sagitario, lo que altera los ánimos y lo que es peor y nadie quiere para esta época, auguran problemas en los viajes y planes.

Según los expertos en astrología, Mercurio retrógrado entrará en reversa frente de Capricornio a Sagitario. El planeta se hará presente con una consigna que pondrá en aprietos a más de uno de los signos del zodiaco.

Mercurio retrógrado: cuáles serán los signos más afectados

En medio de este período retrógrado, cinco signos encuentran una pausa cósmica que les permite reflexionar, ajustar sus enfoques y alinearse con las fuerzas astrales para avanzar con mayor claridad.

Sagitario

Para Sagitario, la advertencia es clara: la velocidad disminuirá para fomentar la reflexión. Con la luna como testigo, es el momento de meditar sobre las propias aventuras, recordando que Mercurio retrogradará en su signo.

Capricornio

Capricornio, por su parte, recibe la señal de cambiar su forma de comunicar. La rigidez debe ceder paso a la flexibilidad, y los sueños aparentemente imposibles deben cobrar relevancia en el discurso cotidiano.

Piscis

En Piscis, las relaciones toman protagonismo. La pausa cósmica invita a reflexionar sobre las conexiones personales, identificando las personas que ya no encajan en el camino y recordando por qué ciertos fantasmas del pasado ya no forman parte de la vida actual.

Aries

Aries, signo intrépido, enfrenta una desaceleración en su trabajo. La ralentización invita a replantear objetivos, aunque la tranquilidad llegará al recordar que esta pausa es temporal y no una regresión a 2004.

Libra

Libra, guiado por la comunicación afilada de Mercurio, recibe una advertencia: cuidado con las palabras. La influencia comunicativa puede ser fuerte, pero la reflexión sobre el tono y la forma es crucial, especialmente al abordar conversaciones pendientes.